Yo, soy yo.
En todo el mundo, no hay nadie
exactamente igual a mí. Hay personas que tienen algo parecido, pero ninguna es
igual. Por lo tanto, todo lo que sale de mí es auténticamente mío porque yo
sola lo elijo.
Soy dueña de todo lo mí; mi cuerpo,
incluido todo lo que hace; mi mente, incluidos mis pensamientos e ideas; mis
ojos, incluidas las imágenes de todo lo que perciben; mis sentimientos, sean
cuales fueren, rabia, alegría, frustración, amor, decepción, excitación; mi
boca y todas las palabras que salen de ella, corteses, dulces o duras,
correctas o incorrectas; mi voz, fuerte o suave; y todas mis acciones, se
dirijan a otras personas o a mí misma.
Soy dueña de mis fantasías, de mis
sueños, mis esperanzas y de mi miedos.
Soy dueña de todos mis éxitos y
triunfos, de todos mis errores y mis fracasos.
Como soy dueña de toda mi persona,
puedo conocerme íntimamente. Al hacerlo, puedo amarme y querer todas mis
partes. Entonces, puedo hacer que todo en mí trabaje para bien.
Sé que hay aspectos míos que me
confunden y otros aspectos que no conozco, pero si soy cariñosa y buena conmigo
puedo buscar con valentía y esperanza soluciones a mis enigmas y formas de
saber más sobre mí.
Independientemente de cómo luzca o
parezca, diga y haga lo que sea, y piense y diga lo que sea en determinado
momento, siempre soy yo. Esto es autentico y representa dónde estoy en ese
momento del tiempo.
Cuando miro hacia atrás y analizo cómo
llegué a lucir y parecer, qué dije e hice, y cómo pensé y sentí, algunas partes
pueden resultar inadecuadas. Puedo descartar lo inadecuado e inventar algo
nuevo en lugar de lo que descarté.
Puedo oír, sentir, pensar, decir y
hacer. Tengo las herramientas para sobrevivir, para estar cerca de los otros,
para ser productiva, para poner orden y armonía en el mundo, en la gente y en
las cosas que están fuera de mí.
Soy dueña de mí misma y por lo tanto
puedo manejarme.
Soy yo y estoy bien.
Donde lo oscuro y el placer se mezclan.
miércoles, 23 de mayo de 2012
lunes, 16 de enero de 2012
Amor mío.
Lloré pensando en vos, reí sin sabes por qué, me importa todo lo que hacés, lo que decís o lo que podrías llegar a hacer. Me pongo triste si me ignoras. Sos el único y especial en mi vida. Te extraño aunque te haya visto ayer, dejo todo por estar cinco minutos con vos.
Te miro y pienso cómo te puedo llegar a querer tanto.
En cada beso que me das haces que pueda llegar al cielo, en tus brazos me siento completamente segura, estando con vos no importa nada más. Sólo vos haces que me sienta así y la razón es porque te amo cada segundo más.
Te miro y pienso cómo te puedo llegar a querer tanto.
En cada beso que me das haces que pueda llegar al cielo, en tus brazos me siento completamente segura, estando con vos no importa nada más. Sólo vos haces que me sienta así y la razón es porque te amo cada segundo más.
Amor verdadero.
Tengo catorce años y, en exactamente cinco días cumplo los tan deseados quince. En ellos, he transitado varias decepciones en cuanto al amor. Tuve tres novios, dos de ellos fueron pasajeros, o mejor dicho de muy poco tiempo ninguno duró más de tres meses.
Eso no quiere decir que no me enamoré. De enamorarme, estoy segura que lo hice.
Cuando pasaba tiempo junto a ellos me sentía plena, nada podía arruinarme esa sensación tan linda. Sentía que ese amor resultaría eterno, como todo adolecente soñaba con casarme, tener una familia feliz, hijos hermosos, una casa gigante, mascotas, en fin, vivir siempre juntos y felices. Pero eran tan sólo ilusiones, éstas que en la vida siempre están presentes y duelen. Y cuando esas personas, en la que tanto confiabas te decepcionan, duele aún más.
Soy una persona un tanto sensible y depresiva, con eso digo que, cuando esas relaciones se rompían y esos sueños tan fantásticos se convertían en pesadillas o en noches de insomnio, mi cuerpo era el que recibía todo. Quizá no era consciente de que lo que estaba haciendo era hacerme más daño, pero esa depresión invadía mis pocas neuronas y lo único que quería o lo que hacía sentir de nuevo algo vivo dentro de mí, era lastimando mi cuerpo.
Puede sonar un poco morboso, y sí, lo es. Pero esa era la única forma de hacerme creer que podía seguir hasta lograr olvidar todo lo malo.
Por suerte, hoy puedo decir que hace seis meses estoy bien y feliz, feliz enserio y no necesitando cortarme ni ocultando mí almuerzo. Nada de eso.
Estoy realmente bien, por la persona que tengo al lado, una persona distinta, increíble, que no me ilusiona con palabras necias. Alguien verdaderamente transparente que me entregó todo su amor. La persona por la cual despierto cada día esforzándome por ser un poco mejor, para hacerle bien. El que me saca miles de sonrisas. Mi verdadero amor
Tengo catorce años y, en exactamente cinco días cumplo los tan deseados quince. En ellos, he transitado varias decepciones en cuanto al amor. Tuve tres novios, dos de ellos fueron pasajeros, o mejor dicho de muy poco tiempo ninguno duró más de tres meses.
Eso no quiere decir que no me enamoré. De enamorarme, estoy segura que lo hice.
Cuando pasaba tiempo junto a ellos me sentía plena, nada podía arruinarme esa sensación tan linda. Sentía que ese amor resultaría eterno, como todo adolecente soñaba con casarme, tener una familia feliz, hijos hermosos, una casa gigante, mascotas, en fin, vivir siempre juntos y felices. Pero eran tan sólo ilusiones, éstas que en la vida siempre están presentes y duelen. Y cuando esas personas, en la que tanto confiabas te decepcionan, duele aún más.
Soy una persona un tanto sensible y depresiva, con eso digo que, cuando esas relaciones se rompían y esos sueños tan fantásticos se convertían en pesadillas o en noches de insomnio, mi cuerpo era el que recibía todo. Quizá no era consciente de que lo que estaba haciendo era hacerme más daño, pero esa depresión invadía mis pocas neuronas y lo único que quería o lo que hacía sentir de nuevo algo vivo dentro de mí, era lastimando mi cuerpo.
Puede sonar un poco morboso, y sí, lo es. Pero esa era la única forma de hacerme creer que podía seguir hasta lograr olvidar todo lo malo.
Por suerte, hoy puedo decir que hace seis meses estoy bien y feliz, feliz enserio y no necesitando cortarme ni ocultando mí almuerzo. Nada de eso.
Estoy realmente bien, por la persona que tengo al lado, una persona distinta, increíble, que no me ilusiona con palabras necias. Alguien verdaderamente transparente que me entregó todo su amor. La persona por la cual despierto cada día esforzándome por ser un poco mejor, para hacerle bien. El que me saca miles de sonrisas. Mi verdadero amor
lunes, 2 de enero de 2012
Cuando la copa de los sueños esta vacía...
Perdido en el laberinto de la vida
busco la manera de seguir peleando,
acostumbrándome a volver a caer
y no hundirme para siempre.
Entre la sabanas un sueño llora
desconsolado después de haber perdido
la ilusión cien mil veces.
La mala racha no me abandona
y no se que hacer si jugar con la suerte
o pedir un arco iris que me consuele
las pesadillas que abruman mis noches.
A veces es importante tocar fondo para darnos cuenta que hay cosas importantes en la vida y no las valoramos .No hay mejor satisfacción que ser felices, pero a cada instante, porque lo malo uno lo absorbe muy rápido, el ser humano tiene que estar alerta siempre y tener fe que uno es fuerte y puede atravesar cualquier obstáculo.
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